VIDA Y CULTURA INDÍGENA EN EL ALTO BAUDÓ
Surcando el río Baudó en su parte alta habitan dentro de 83 mil hectáreas 7 , comunidades indígenas , pertenecientes al resguardo Jurubirá –Chori, por donde algún día pasará la vía al mar Animas-Nuquí, que aspira integrar el centro del país con la costa del Chocó y a sus comunidades tanto negras como indígenas al contexto nacional.
Barreras naturales como los caminos tortuosos en medio de la selva para atravesar la serranía del Baudó, ríos raudos y correntosos superan estas comunidades para comunicarse con el resto del mundo, en arduas jornadas, con la carga o la producción al hombro.
La serranía del Baudó…verde, virgen y natural, acompaña todo el recorrido por los territorios colectivos de negros indígenas, altiva e imponente, se cubre y se despeja de la niebla, atrayendo una lluvia perenne, sin saber que se constituye en una barrera natural y geográfica, que aísla unas comunidades que subsisten del medio natural y que son poseedoras de un patrimonio natural y cultural único al cual hoy se acerca el progreso.
Habitan en el Baudó las comunidades mas aisladas y olvidadas de todo el Chocó, que ostentan los mas bajos niveles de vida y alto índice de necesidades insatisfechas, tras carecer de condiciones dignas para la atención en salud, saneamiento básico y educación, comunicaciones, recreación….. Pero a su vez y en medio de esta pobreza material, resiste una cultura negra e indígena que da ejemplos al mundo de convivencia e interculturalidad.
En la zona siempre ha habido un predominio de las comunidades indígenas. En el pasado, los misioneros claretianos ejercieron gran influencia en el área media del Baudó, en Katrú, sobre el río Dubasa, donde la diócesis de Istmina creó un Internado, para los embera, también para la época se crea el Internado de Noanamá, para los wounaan y el de Tadó para los katíos y chamíes.
Desde el internado de Katrú se irradió la labor misional católica por toda el área costera y del río Baudó; visitaban las comunidades continuamente evangelizando y creando escuelas (hacia el año 1975), lo que permitió la nuclearización y el surgimiento de los poblados indios, primero Miakora y Santa María, luego la acción se irradió a las otras comunidades hacia el año 1985, impregnando de cristianismo la mentalidad indígena. La acción misionera también impregna a las comunidades negras y bajo la misma modalidad, estimulan los poblados al lado de las escuelas.
Todas las comunidades indígenas actuales del río Baudó, están en la zona desde antes de la llegada de los conquistadores ibéricos. Pero en el curso del tiempo la memoria colectiva, identifica familias llegadas del alto río Atrato, de Lloró, que se establecieron por los lados de Santa María de Condoto, otros del río Munguidó, medio río Atrato que se establecieron en Miakora.
Al interior del territorio siempre se ha dado la movilidad intraétnica, dado que el indígena mantiene vivo el concepto de territorio por el cual puede deambular libremente. Así, por lazos económicos, familiares, de alianza matrimonial, negocios, intercambios y explotación de los recursos del bosque, especialmente caza y pesca, se trasladan de un lado a otro.
Actualmente el territorio del Baudó, vertiente al mar Pacifico, cuenta con 9 comunidades Miacora ,Divisa , Felicia, , Tasí y Santa Maria de Condoto, ; 8 de la etnia emberas y 1 de los katíos que está en Puesto Indio.
como hombres de mar y si viven en las altas cúspides como hombres de montaña. Autoreconocimiento y aspectos propios
Los emberas se reconocen a través de todo el proceso de la vida social y cultura; en su idioma, en sus pinturas faciales, corporales y adornos multicolores, de collares, pulseras, dijes y flores en el cabello o en las orejas; en la forma de vestir especialmente en sus mujeres. Se reconocen desde su visión del mundo llena de magia y mitos no traducibles, ni entendibles para la mentalidad occidental y una relación de mayor equilibrio entre el hombre y la naturaleza, que la practicada por occidente. Si son de río, se reconocen como hombres del río, si son de la costa
El la zona de estudio, carretera Vía al Mar, los indígenas se reconocen como hombres de agua, como hombres de río, /Dobidas/
/Dobida/, quiere decir gente de río, como el mito de origen lo relata, el Embera fue creado en la playa del río Baudó, por lo tanto todas las convivencias y el desarrollo de actividades económica sociales y culturales está definido desde el río y la proyección política está fundamentada y articulada con los ríos. Un indígena Embera Dobida sin río es un hombre sin territorio.
![](https://i.ytimg.com/vi/U13d1k9IaAc/maxresdefault.jpg)