14-05-2016
Eurovisión 2016
El inglés no evita otro fracaso de España en Eurovisión y Ucrania gana con Crimea como reivindicación
Australia, que quedó primera para los jurados, se conforma con la medalla de plata y la favorita Rusia finaliza tercera. Francia logra uno de sus mejores puestos de los últimos años mientras que el resto del Big5 se hunde
El experimento funcionó a medias. Barei, que cantó «Say Yay!» durante la gran final celebrada ayer en el Globe Arena de Estocolmo, sólo pudo ser vigesimosegunda tras renunciar a incorporar el castellano en su canción. La representante española fue la decimosexta en las votaciones del jurado y sólo la 23 de 26 en el televoto. Su resultado empeora incluso el cosechado por Edurne el año pasado con «Amanecer», interpretada íntegramente en castellano.
Y todo pese a que Barei ofreció una actuación muy enérgica, optimista y en la que la representante española estuvo vocalmente impecable. Pero no funcionaron los golpes de efecto que la artista ideó para atraer el voto de los europeos. Tampoco su famosa caída a mitad de actuación, uno de los momentos más comentados de la noche. La sorpresa llegó hacia el final del primer estribillo, cuando la cantante realizó un giro que la desequilibra y acaba cayendo. A partir de entonces, tres segundos intensos, eternos, desconcertantes. La música se detuvo y en el estadio, totalmente a oscuras, sólo se escuchaba la respiración entrecortada de la artista. Un foco la buscó entre el gran vacío y Barei reapareció en el suelo, con gesto nervioso y dubitativo. Y entonces, siguió cantando a capella el tema e incorporándose con fuerza para transmitir el mensaje de superación que destila la letra de su tema. La española terminó su actuación en el satélite del escenario para bailar junto a los fans en un mar de banderas y gritos de apoyo. Barei optó por un vestido camisero corte trapecio en pallet de lentejuelas doradas del diseñador Raúl Amor. La prenda llevaba impreso también un «tres», su número de la suerte.
Petra Mede y Måns Zelmerlöw presentaron una gala que por primera vez se emitió en directo en Estados Unidos. Justin Timberlake presentó junto a su banda en directo su nuevo single, "Can't stop the feeling". El Globe Arena, que acogió a más de diez mil espectadores, se entregó al norteamericano
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