Dorotea Conesa Redó, conocida como María Conesa ó también como "La Gatita Blanca" ( Vinaroz, Castellón, 12 de Diciembre de 1892 - Ciudad de México, 4 de Septiembre de 1978) fue una Tiple cómica, actriz y vedette nacida en España, que desarrolló su carrera principalmente en el teatro de revista, cine y la televisión Mexicana.
María Conesa inició su carrera en el grupo “Aurora Infantil” junto a su hermana Teresita Conesa, ambas destacaron en los escenarios muy tempranamente. Fue tal su éxito que la “Zarina”, figura principal del teatro donde trabajaban, envidiosa de las niñas, ordenó a su hermano que las asesinara. En el acto pereció Teresita. María logró salvarse. Superada la tragedia, el padre de María no cesó hasta convertir en estrella a su talentosa hija.
María Conesa llegó a México en 1901 con una compañía de niños actores que interpretaban las zarzuelas más en boga, debutando en el Teatro Principal y haciendo un pequeño papel en La Verbena de la Paloma. Sus mayores talentos radicaban en sus facultades vocales y en la picardía de sus actuaciones, en esos bailes acompañados de letras sugerentes que alimentaban el hambre sexual reprimida en las butacas: los cuplés con doble y hasta tercer sentido hicieron que los tandófilos la adoraran.
En 1907, se presento nuevo en el Teatro Principal con su máxima creación: La Gatita Blanca. También se la conoció como "La Madrecita de los Españoles" por su generosidad con los compatriotas indigentes. Su popularidad fue tan grande que incluso se creó un partido político con su nombre: el PCE ( Partido Estudiantil Conesista ), que la defendía de los ataques de una parte del público y la prensa. En 1909 debutó en el Teatro Colón, convirtiéndose en su máxima figura.
En plena efervescencia revolucionaria, María siguió dando funciones, ella lo había dicho: “A mí las balas me respetan”. Los combatientes asistían carabina en mano a verla. Afuera del teatro detonaban los disparos; adentro los aplausos. Pancho Villa se prendó de ella cuando como parte del número Las Percheleras, María le cortó un botón de la camisa, por lo que amenazó con raptarla, “La Gatita Blanca” no cedió y finalmente se le escabulló al revolucionario. También impresionó a Emiliano Zapata, quien le haría un regalo e incluso el Caudillo del Sur coquetearía con ella en una de sus presentaciones. Más adelante, junto con Esperanza Iris y Prudencia Griffel, formó el espectáculo de Las Tres Gracias. María también brindo impulso a las carreras de otras celebradas Tiples, tales como Celia Montalván, Lupe Rivas Cacho, Aurora Walker, Mimí Derba y Lupe Vélez.
“La Gatita Blanca” fue amiga personal de varios presidentes mexicanos: Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Pascual Ortiz Rubio, Venustiano Carranza, Manuel Ávila Camacho, y Adolfo Ruiz Cortines . La mayoría la había admirado desde el teatro. El músico Agustín Lara quedó tan impresionado al conocerla que le compuso dos temas: “La Guapa” y “Monísima Mujer”.
En 1924, en viaje de turismo a España, el empresario José Campúa la invitó a debutar en el Madrid Cinema y posteriormente en el Teatro Maravillas, abonando mil pesetas diarias. Regresó a México ese mismo año para participar en una temporada de zarzuela, pero su vuelta no respondió a la expectación del público ya que el género frívolo estaba en clara decadencia.
María Conesa cultivó la zarzuela y la opereta, y también fue de las principales impulsoras de la revista musical mexicana, que tanto auge tuvo en la primera mitad del siglo xx. Actuó en drama y comedia, se presentó en radio, televisión, centros nocturnos y filmó varias películas, tanto en México como en Nueva York. Ya en el extranjero, “La Conesa” aprovechó para acudir al llamado de Hollywood, cuya industria estaba interesada en ella, hizo algunas pruebas y acabó rechazando la oferta.
María era muy conocida y respetada en el espectáculo mexicano entre sus amistades se contaban: Dolores del Río, Lupe Vélez, Arturo de Córdova, Cantinflas, María Félix, María y. Elena Marqués. Temas como “Pompas Ricas”, “Mi querido Capitán”, “El Castigador”, “El Morrongo”, “Los Polichinelas”, entre otros, fueron popularizados por María Conesa.
Con el declive del teatro frívolo, María aceptó realizar algunas incursiones en el cine en los años 1940 y 1950, e incluso realizó una telenovela en los años 1960.
En Agosto de 1978, interpretó en una compañía de zarzuela, en el Teatro de la Ciudad, el papel de la "Tía Antonia" de La verbena de la Paloma. Nadie podía imaginar que en aquella función se despedía de su público, precisamente interpretando la misma obra con que se presentó en México. Unos días después, en el Casino Español, era nombrada "María de México y España". El 4 de Septiembre todos los diarios destacaban en grandes titulares que "la eterna María Conesa había desaparecido para siempre".
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