Lactancia Materna o Lactancia Artificial.

Este resulta ser un tema bastante controvertido puesto que las propias mujeres nos atacamos las unas a las otras haciéndonos sentir mal. No hay que olvidar que cada uno toma la decisión que quiere atendiendo a sus circunstancias, que muy probablemente, éstas sean diferentes a las tuyas o a las mías.

Con este vídeo os quiero contar mi experiencia por si a alguna dubitativa le puede ayudar a decidir.

Desde mucho antes de quedar embarazada, creo que desde siempre, no quería dar el pecho. Es algo que nunca me había llamado la atención, no era algo que deseara de corazón y creía que si no era así, era porque yo era una mamá de biberón. Muchas mujeres me decían que dar el pecho era precioso y muy sacrificado y sentí que tenía que desearlo para decidir hacerlo.

Así que le dije a mi marido: solo le daré el pecho si se pone malito o nace prematuro. Y esa fue mi decisión.

Llegó el día del parto y pedí que me dieran las pastillas para no tener la subida de leche. Así que mi bebé comenzó su vida con biberones.

A los pocos días mi bebé se puso malito y nos tuvieron que trasladar a otro hospital. Una vez allí, me acordé de mi promesa. Y le pregunté a los pediatras: yo me tomé las pastillas para no tener la subida de leche. ¿Creéis que es importante que intente revertir la situación? Y Jorge, uno de los doctores de mi bebé me dijo “Muy importante”, será duro pero lo puedes conseguir. Las enfermeras te pueden ayudar y enseñar cómo hacerlo.

Básicamente tenía que estimular el pecho hasta conseguir producir leche. Al haberme tomado las pastillas era bastante complicado ya que yo había dado a luz hacia 3 días. Pero lo intenté. Cada dos horas y media, día y noche, tendría que estar con el sacaleches. Durísimo. Pero lo hice, y lo conseguí. Mi bebé consiguió cogerse al pecho un mes y medio después de haber nacido. Y hasta día de hoy que sigo amamantándole.

Hay una cosa que me sorprendió muchísimo y fue uno de los motivos por los que continué, que fue ver a las enfermeras como cogían mi botecito después de haberme puesto el sacaleches y como con un montón de cariño cogían los milímetros que había sacado con una jeringuilla. Con la misma, iban a mi bebé y se lo ponían en la boquita y decían, esto es oro que se ha sacado mamá para ti. Lo pienso y me dan ganas de llorar de acordarme.

Yo era una mamá biberón que acabé dando el pecho y a día de hoy, hay cosas que quiero corregir porque yo las veía de otro modo:

Está siendo una experiencia maravillosa. Ver como mi niño se relaja en mis brazos y te hace ver que ahí está su sitio, su cobijo… es maravilloso. Creía que no habría diferencia entre el pecho y el biberón, pero sí la hay.
Soy muy vergonzosa, pensaba que no sería capaz de salir a la calle por miedo a que me vieran. Sinceramente, a día de hoy me da lo mismo que me miren o que se me vea. Cuando eres madre las prioridades cambian y las preocupaciones también.
Sinceramente, siempre veo a muchas mamás quejándose de que son juzgadas o criticadas por dar el pecho. Tengo que confesar que nunca he sentido una mirada inquisitiva, o algún gesto de incomodidad por parte de alguna persona.

En este vídeo no quería entrar en lo que es mejor o peor para el bebé. Quería hablar de la decisión de una mamá, que es totalmente una decisión individual y que nadie tiene que interferir. Y lo que la mamá decida, será lo mejor para su bebé. No lo dudéis.
#embarazo #lactancia

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