El calcio es un mineral esencial para la salud ósea y dental. El cuerpo necesita calcio para mantener los huesos fuertes y sanos, así como para permitir que los músculos y los nervios funcionen correctamente. Además, el calcio es importante para la coagulación sanguínea y la liberación de hormonas y enzimas.
Aunque la leche y los productos lácteos son una fuente común de calcio, hay muchos otros alimentos que contienen calcio y que no son lácteos. Algunas opciones incluyen sardinas enlatadas con huesos, tofu hecho con sulfato de calcio, almendras, brócoli, higos secos, col rizada, sésamo (tahini), garbanzos, anchoas enlatadas, y muchos más. Incorporar estos alimentos en una dieta equilibrada puede ayudar a garantizar que se esté obteniendo suficiente calcio para mantener una buena salud ósea y general.
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