El 3 mayo del 2018 el volcán Kilauea en Hawaii entró en erupción, tras un terremoto de 6.9 en la escala Richter. Desde ese día, 2500 personas han sido evacuadas, 800 casas han sido destruidas y los expertos alertan a la población por la nube tóxica creada por el contacto de la lava con el océano. Hasta el momento la isla de Hawaii o Big Island ha crecido 1,5km, dado que la lava, al entrar en contacto con el mar, se enfría, se endurece y crea nueva tierra. Nadie sabe con exactitud cuando las cosas volverán a la normalidad, según los nativos, será cuando Pele, la diosa del fuego y de los volcanes, lo crea conveniente. Según la leyenda, ella habita normalmente en el cráter del Volcán Kilauea, aunque a veces sale a explorar, como lo está haciendo en este momento.
Tuvimos mucha suerte de que el mar estuvo calmo y el viento estuvo a nuestro favor, permitiéndonos acercarnos a solo algunos metros de la lava. Según el capitán, las explosiones que vimos, no se ven tan seguido. Tampoco los ruidos de las rocas chocando contra el fondo del barco producto de la presión de los gases que hay en esa zona. Pequeñas y grandes explosiones que nos acompañaron cada vez que nos acercábamos a la gigantesca nube. Veíamos el agua del mar evaporándose alrededor de nuestra embarcación y cada tanto alguna ola nos quemaba con sus gotas.
Durante media hora, pudimos apreciar un espectáculo único en el mundo. Tímida y lentamente, nos fuimos acercando, sintiendo el calor cada vez más cerca. Casi pidiendo permiso, nos pusimos frente al gigantesco poder de la naturaleza, le sacamos algunas fotos y videos y nos rendimos ante su poder. Algunos creen que el poder de Pele es destructivo, otros creen que sus fuegos dan luz a nuevas islas y territorios, por lo que se la considera una diosa Madre. Nosotros nos quedamos con la sensación de agradecimiento y admiración y con un recuerdo que guardaremos por siempre.
