Comúnmente, el soplo cardíaco inocente o funcional puede detectarse en la niñez tras realizarse el niño un control de apto para la actividad física. Por el contrario, los soplos patológicos presentan disfunciones, por lo cual requieren de seguimiento y tratamiento.

El soplo es aquel ruido que el médico cardiólogo percibe y escucha tanto en el ciclo sistólico como en el diastólico. No todos los soplos son patológicos, ¿qué significa esto? Hay soplos que son inocentes o funcionales.

"Los soplos inocentes o funcionales son habituales en la etapa de crecimiento en la infancia. No tienen valor patológico, es decir, el corazón es un corazón sano", afirmó la Dra. Mariana Alejandra López Daneri, cardióloga infantil del Hospital Universitario Austral (HUA).

Éstos, son totalmente normales y no requieren ningún tipo de seguimientos ni de controles. Es una situación muy frecuente en la infancia.
En cambio, aquellos que sí son patológicos se deben a alguna alteración en particular que debe ser tratada. "Aquellos soplos que son patológicos, se debe a alguna alternación en la estructura del corazón, a alguna anomalía valvular, a la insuficiencia de las válvulas, o alguna estrechez / estenosis valvular que generan soplos que sí tienen valor patológico. Y estos son los soplos que van a requerir seguimiento y tratamiento", detalló la especialista.

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