Dado que lleva la palabra "imitación", no debería sorprenderte descubrir que las imitaciones de cangrejo están lejos de ser auténticas. Y sí, esa cosa roja y blanca apretada que encontrarás en la sección de marisco del supermercado puede parecerse al cangrejo, pero no está hecha de cangrejo en absoluto.

Pero, la pregunta es: ¿de qué está hecha la imitación de carne de cangrejo? Y lo que es más importante, ¿vale la pena?

Aunque no hallarás carne de cangrejo en la imitación de cangrejo, sí hallarás marisco, porque está hecha de una pasta llamada surimi, que es pescado procesado. Se trata de una combinación de pescados, como el abadejo de Alaska o el merlán del Pacífico, que fueron convertidos en una sustancia gelatinosa. La pasta de marisco no suena deliciosa, así que para crear el sabor y la textura adecuados, los fabricantes añaden almidones, azúcares, saborizantes artificiales y, a veces, glutamato monosódico. Pero estos aditivos disminuyen su valor nutritivo, y pueden incluso incluir gluten, por lo que es mejor mantenerse alejado si es sensible a eso.

No es extraño que a los restaurantes les encante, porque el cangrejo de imitación es una alternativa más barata. Y de ahí también su origen: el surimi fue creado por chefs japoneses que buscaban una forma de aprovechar sus sobras de pescado. Esa creación se convirtió en la base de la imitación del cangrejo y, desde entonces, su popularidad creció. Pero a pesar de ser buena para los restaurantes con poco presupuesto, tiene algunos inconvenientes importantes.

Para empezar, la carne de cangrejo real es más sana que la de imitación, ya que contiene más grasas Omega-3, menos azúcar, más proteínas y vitaminas como la B12 y el zinc. Pero cuando cenes imitaciones de cangrejo, al menos ingerirás menos sodio que si tienes delante un plato del auténtico, así que eso es una pequeña ventaja.

Dejando a un lado la falta de nutrientes y el alto contenido de azúcar, es fácil entender por qué las imitaciones de cangrejo se hicieron tan populares. Nadie va a discutir que los pasteles de cangrejo no suelen ser un poco caros en los restaurantes, y la imitación funciona como una opción decente y rápida cuando se añade a una ensalada o se sirve con salsa. Pero algunos ecologistas oceánicos dicen que esta ganga se volvió muy popular.

Para satisfacer la demanda y producir suficiente cangrejo de imitación, hay que capturar grandes cantidades de abadejo, lo que preocupa a algunos por la posibilidad de sobrepesca. Para que el pescado usado en la imitación del cangrejo tenga ese aspecto de cangrejo también hay que usar mucha agua para mejorar su color y la textura de la carne. Esto puede provocar la contaminación de las aguas residuales si se vierten indebidamente en el océano.
Claro, nadie te dirá que no disfrutes de un poco de imitación de cangrejo en tu sushi o ensalada de marisco. Si estás de acuerdo con el hecho de que probablemente no estás consumiendo nada de cangrejo, adelante — sobre todo si no te importa que tampoco sea tan sano.

Pero si optas por la imitación de la carne de cangrejo en lugar de la auténtica, asegúrate de conservarla correctamente — porque aunque contiene conservantes que prolongan su vida útil, debe tratarse del mismo modo que el pescado normal. Lo más importante es que, una vez abierto o descongelado, solo tardará entre tres y cinco días en descomponerse por completo. Y no te preocupes... sabrás cuándo ocurra.

Al final, si lo que buscas es un cangrejo real y auténtico, debes saber que el único cangrejo que debes pedir es el que viene directamente del mar — no el que sale de una trituradora de una fábrica.

Lee El Artículo Completo (en Inglés): [ Ссылка ]

свернуть