Los primeros meses de presidencia de Javier Milei han supuesto un alejamiento del gigante asiático. Con Milei, Argentina renunció a ingresar en los BRICS y apuesta por alejarse de Pekín en lo económico al mismo tiempo que se alinea incondicionalmente con Estados Unidos. El país sudamericano ha solicitado convertirse en socio global de la OTAN y quiere que Washington participe en la construcción de una base naval en la región austral de Tierra del Fuego. Para Estados Unidos, la nueva doctrina de política exterior argentina supone una oportunidad para contrarrestar la creciente influencia china en la región. Pero también para garantizarse una posición ventajosa con respecto a Pekín en la lucha por acceder a la Antártida.
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