El síndrome del ojo seco es una dolencia que se produce cuando la lubricación de la superficie ocular está comprometida porque existen deficiencias en la producción de la lágrima.

No hay una sola causa concreta que produzca el ojo seco y, la mayoría de las veces, se debe a una suma de factores que derivan en sequedad ocular.

¿Qué es el síndrome del ojo seco?
Fundamentalmente todo se traduce en que hay una menor cantidad de lágrima en el ojo, ya sea por menor cantidad o menor calidad. En ambos casos, la lágrima no cumple su función que es mantener hidratada la superficie ocular y protegerla, por tanto, de agentes externos e, incluso, del mismo parpadeo.

¿Cuáles son las causas?

Las causas del ojo seco pueden ser muy diversas. La mayor parte de los casos se producen por la edad y son más comunes en las mujeres cuando aparecen asociados a los cambios hormonales, como los que se producen durante la menopausia. Existen, además, otras muchas causas del síndrome del ojo seco tanto enfermedades inmunológicas o reumatológicas, como procesos secundarios (cirugías, traumatismos y otra serie de patologías oculares).

¿Qué tratamientos se aplican?
Los tratamientos para el síndrome del ojo seco son muy variados y su aplicación dependerá de las causas que hayan provocado el proceso. Común a todos los tipos de ojo seco va a ser el empleo de lágrimas artificiales. Hoy en día hay mucha variedad, con diferentes componentes que el oftalmólogo elegirá en función del tipo de ojo seco al que se enfrente. Si la aplicación de lágrimas artificiales no es suficiente, habrá que emplear otra serie de tratamientos como, por ejemplo, fármacos que aumentan la secreción lagrimal e, incluso, dispositivos que retienen la lágrima dentro del ojo taponando la vía lagrimal. También existen otros procedimientos más avanzados e invasivos como las blefaroplastias que ayudan a reconstruir la estructura del párpado y mantener el ojo mucho más hidratado.

Para más información visita: [ Ссылка ]

свернуть