Madrid, 15 oct (EFE).- Hermann Göring, lugarteniente de Hitler y comandante de la Luftwaffe, se suicidaba con cianuro hace 65 años, antes de que ejecutaran la sentencia, dictada en el Juicio de Núremberg, que le condenaba a morir ahorcado.
Göring, que pidió ser fusilado pues en Alemania sólo ahorcaban a los traidores, dejó una nota donde aseguraba, haber sido dueño de su destino.
Héroe en la Gran Guerra, comandante del Escuadrón del Barón Rojo y afiliado al Partido Nazi, fue adicto a la morfina, tras resultar herido en el Pust de Munich.
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