”Muéstrame un Estoico, si conoces alguno. Por supuesto, puedes presentarme miles de personas que hablan acerca de Estoicismo pero que realmente no lo practican. -Bueno, entonces, ¿quién es un Estoico? Alguien que no tiene problemas con pensamientos perturbadores como la enfermedad, peligro, muerte, exilio o pérdida de reputación. ¡Por todos los dioses, quiero ver un Estoico! Está bien, es posible que no conozcas a uno perfectamente formado pero al menos muéstrame a alguien que desee convertirse en uno, alguien que apunte en la dirección correcta. Al Estoico perfecto lo definiría simplemente como alguien que se propone en convertirse en un dios en lugar de un humano. Incluso en este cuerpo de muerte, su mente está enfocada en la comunión con Dios. Muéstrame a esta persona. Pero no puedes. Entonces, deja de engañarte a ti mismo y de engañar a los demás sobre lo que es más importante. Y deja de asumir una identidad que no es la tuya; todos los que pasan leyendo sin practicar lo que aprenden son ladrones de escrituras y asumen títulos que no les pertenecen en lo más mínimo”. Epicteto, Disertaciones, Libro II
