Oliver Losada (ahora ya..), cantando en solitario, del grupo Eray
Un gran voz gitana.
Me despierto y veo tus ojos que me miran con ternura, tu sonrisa tan sincera que me asusta, no sé cómo expresar lo que tengo que decirte. Porque no quiero hacerte daño, tampoco herirte... Y aunque tus besos ya no se junten con los míos, pero es que era imposible luchar contra el destino. Ya lo sé, que parecía que lo nuestro era pero no, que el orgullo esta vez venció a mi corazón, pero el amor aun sigue aquí reprochándome, no se marcha, me reclama lo que es suyo. Ya lo sé, que aunque te diga que no quiero verte nunca más estoy mintiéndome a mi misma y es la realidad, pero por favor vamos a intentar que lo nuestro se pierda entre el fondo del mar. Espero que me entiendas bien lo que he escrito en esta carta, si no entiendes lo que sigue es causa de mis lágrimas, aunque haya pasado el tiempo ya me enteré que lo superaste. Ya sé que has encontrado a alguien que te ama de verdad, pero no la podrás comparar como lo hice yo, por eso desde aquí te digo que nunca dejes de luchar, sigue corriendo hacia el destino no sin antes intentar que me perdones de corazón, para así poder borrar el mal que me causó tu mirar.
