Aunque viven en familias sin recursos, hay niños que no descuidan su salud bucal. Y eso es gracias a un grupo de dentistas voluntarios que pasan consulta en la Cañada Real de Madrid, una de las zonas más desfavorecidas de la capital. Una iniciativa que se repite también en ciudades como Barcelona donde por una tarifa plana de 6 euros, pueden ser atendidos. El dinero se invierte en seguir ayudando a los demás.
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