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Moynaq yace en el corazón de Karakalpakstán, una república semiautónoma dentro de Uzbekistán. En su apogeo, proveía el 98% del pescado del país, que pescaban en el mar de Aral,.
Pero este mar empezó a reducirse en los años 60, cuando la URSS desvió el agua de dos de los principales ríos que desembocaban en el Aral para irrigar nuevos y extensos cultivos de algodón.
A su vez, los herbicidas y pesticidas de los nuevos cultivos terminarían en el mar de Aral, hecho que tendría terribles consecuencias tanto para la flora y la fauna como para la salud de los habitantes de la zona.
Ahora el gobierno uzbeko está intentando recuperar el suelo marino de este mar plantando millones de árboles.
¿Conseguirá este ambicioso proyecto resucitar al Aral y salvar al pueblo de los karakalpak en Uzbekistán?
