Los dictadores y sus seguidores suelen asegurar que NUNCA a ellos les pasará lo que a otros dictadores. Creen poder controlar también el día y la hora de su fatal final. En el caso del tirano guineano, nada le pasará porque 1) el pueblo es cobarde, Los guineanos no son como los árabes", dijo la dictadora. 2) Porque los militares guineanos son los más cobardes y obedientes del mundo. Nadie intentará hacer lo que él dice que hizo. La cobardía de los militares se transforma en "valentía" frente a un pueblo desarmado e indefenso. En caso de rebelión popular, el miedo al dictador les hará ponerse del lado de su capataz mayor militante. En fin, Obiang Nguema Mbasogo cree tener todo atado y bien atado. Está seguro que no llegará el día ni la hora. Sus obispos, pastores y marabúes le adulan diciendo que "tuyo es el poder por siempre, señor presidente". "Ni el dios que te puso puede ya quitarte. ¿Cómo va a quitarte si todo lo estás haciendo muy bien?"

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