Coches eléctricos, turbinas eólicas, paneles solares... La transición energética encierra la promesa de un mundo más próspero y pacífico, finalmente libre de petróleo, contaminación y escasez. Pero esta tesis oficial demuestra ser un mito: al liberarnos de los combustibles fósiles, nos estamos preparando para una nueva dependencia de los metales raros. Ya se han iniciado severas condiciones ecológicas, económicas para el suministro de estos recursos estratégicos. ¿Y si el “mundo verde” que nos espera resultara ser una nueva pesadilla?
