Aunque son términos empleados normalmente como sinónimos, la esterilidad es la incapacidad de quedar gestante tras un año de relaciones no protegidas, mientras que la infertilidad es la incapacidad de tener un hijo vivo, por lo que la mujer es capaz de quedarse gestante pero termina en aborto.

El Dr. Cerdán, especialista en Ginecología y Obstetricia, explica que ambas posibilidades tienen remedio. Deberá estudiarse la causa en cada caso: casi un 30% de las causas son de origen masculino (varicocele, anomalías de la vía seminal, defectos hormonales o genéticos...), otro 30% es femenino (obstrucción de las Trompas de Falopio, problemas ovulatorios, ovarios poliquísticos, miomas, malformaciones uterinas o endometriosis), otro 30% es de causa mixta y un 10% de origen desconocido.

Normalmente la mujer tiene problemas de ovulación a consecuencia de la edad a partir de los 35 años, mientras que el deterioro del semen ocurre hacia los 40-50 años. Sin embargo, hay otros factores externos que influyen: el alcohol, el tabaco y las drogas siempre serán perjudiciales a la hora de concebir.

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