CAZADORES A RAS DEL AGUA
adaptabilidad y transformación
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Trabajando las riberas del río Guadarrama, encontramos libélulas y caballitos del diablo que suelen posarse en hojas o ramas a baja altura para mantener bajo vigilancia su territorio y tener a tiro a sus presas ya que son depredadores natos. Están contínuamente cazando y limpiando el aire de insectos. Son a su vez alimento para otras especies como las truchas, anfibios, coleópteros... Y presas de murciélagos, reptiles, anfibios y aves de todo tipo, anátidas e incluso rapaces.
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