Durante la última década ha habido grandes transformaciones en los modelos de negocio
y en las propuestas de valor. A lo largo de este periodo, el área de comercialización se ha
centrado en tratar de identificar los elementos que son transferibles a nuestras
organizaciones y que nos permiten ampliar las oportunidades de negocio.
El 2020 fue un año que cambió de manera rotunda la manera de relacionarnos con el
mercado en un sinnúmero de sectores. Trajo modificaciones sustanciales en dónde,
cómo, cuándo y porque compran los consumidores.
Los principales cambios en el comportamiento del consumidor, los hábitos y sus
preferencias, presentan también oportunidades para las empresas. Cuando nosotros
hacemos una buena lectura del mercado identificamos tendencias y cambios de actitudes.
Al identificar estas actitudes también identificamos nuevas variables de segmentación
para ajustar el modelo de negocio. Ahí es donde nos tenemos que mover con velocidad.
Los competidores que se mueven más rápido son los que van a ser capaces de satisfacer
a estos nuevos segmentos.
Tenemos que ser capaces de identificar en esta nueva normalidad cómo están creciendo
los usuarios en los nuevos segmentos. Hay tendencias que llegaron para quedarse. Los
medios de comunicación se están digitalizando, así como los canales de ventas; es así
que surge la omnicanalidad. Nosotros como consumidores también estamos cambiando,
nos estamos digitalizando y adoptando nuevas formas de digitalización.
Hay también una nueva tendencia hacia la sustentabilidad. Con ello surgen nuevos
productos y nuevas formas de adaptarnos a ellos, como es el caso del cuidado de la salud
y la belleza, que es una tendencia. El tamaño de este mercado es creciente.
Las oportunidades de negocio existen para aquellos que quieran entrar e identificar los
comportamientos y tendencias del mercado. Con la pandemia se aceleraron muchas
nuevas oportunidades y hay que saber identificarlas. Los nuevos modelos de negocio
requieren de construir comunidad.
