Mi amado hijo, vengo a compartir contigo el mensaje más profundo y poderoso que escucharás hoy. Por favor abraza su verdad con todo tu corazón. Sabed que os amo con un amor que es puro y maravilloso. He estado contigo. Ahora estoy con vosotros y siempre estaré a vuestro lado. Vuestra familia ocupa un lugar especial en mi corazón, y muchas de vuestras oraciones pronto encontrarán respuesta. Las bendiciones que se acercan son hermosas y abundantes. No tengáis miedo, porque vuestra ayuda y salvación vienen de los cielos y nada puede interponerse en su camino. Puede que surjan desafíos y se multipliquen los adversarios, pues hay fuerzas en el reino espiritual que se han levantado contra vosotros con fiereza y sin tregua. Pero les repito, no teman. Ningún daño os acontecerá. Mis ángeles te rodean, y mi gloriosa presencia te protegerá de todo daño.

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