La palabra menstruación proviene del latín menstruus (menstruo) y la Real Academia Española (RAE) la define como "sangre procedente de la matriz que todos los meses evacuan naturalmente las mujeres y las hembras de ciertos animales". Mientras que "menstruo" deriva de la palabra latina menses (mes, ciclo lunar, lunación) y se vincula al carácter cíclico de la Luna porque se produce aproximadamente cada 28 días, en correspondencia con la duración del período lunar y a la regularidad mensual de ambos ciclos.
Pero más allá de su definición y etimología, la palabra menstruación carga con una profunda contradicción: es sinónimo de fertilidad pero también de vergüenza. Sin pretenderlo, en muchas familias y culturas, la menstruación es una palabra tabú. Y por esta razón, como disfrazando el tema existen otras muchas otras formas para referirse a ella como "llegó Andrés", "Juana la colorada", "el semáforo está en rojo", "estoy en esos días" o "indispuesta", o peor aún, "estoy en modo monstruación", por nombrar algunos. Es como si referirse a ella fuera algo pecaminoso o prohibido.
La menstruación es la etapa en donde el cuerpo de una mujer libera tejidos que ya no necesita, al no haberse producido la fecundación, a través del sangrado vaginal que ocurre como parte del ciclo menstrual. Este tejido proviene del útero, lugar donde el bebé (feto) puede crecer dentro del cuerpo femenino.
Aproximadamente cada mes, la membrana que cubre el útero se vuelve más gruesa para prepararse para recibir al óvulo fecundado si la mujer queda embarazada. Si el óvulo no es fecundado, esa membrana es expulsada del cuerpo, en forma de sangre, a través de la vagina. Este periodo mensual se llama «menstruación», «regla» o «período».
Cuando una chica menstrúa, el organismo simplemente se está deshaciendo de una pequeña cantidad de sangre y de un poco de tejido innecesario, el cual en su mayoría hacia parte del endometrio. Es un proceso natural y normal del cuerpo en todas las niñas púberes y jóvenes a medida que se convierten en mujeres y maduran físicamente.
Primero que nada debemos saber que la menstruación forma parte del ciclo menstrual, el cual trae consigo una serie de cambios hormonales para prepararse para un posible embarazo: Cada mes, el cuerpo de la mujer libera un óvulo donde se produce la ovulación para ser fertilizado por un espermatozoide. El ciclo menstrual puede durar entre 21 a 45 días.
La menstruación no debería tener olor. Esto solo se produce cuando el líquido menstrual entra en contacto con el aire. Si te preocupa que exista olor, asegúrate de cambiar tu toalla femenina o tampón con frecuencia para evitar el aroma. Además, la menstruación, como tal, no duele. Cada mujer es distinta y puede padecer cólicos u otros síntomas al menstruar. Estos cambios obedecen a la prostaglandina, que es una sustancia producida por tu cuerpo, la cual provoca la contracción de los músculos en tu útero.
Y por último y no menos importante, durante la menstruación es muy importante que mantengas una higiene adecuada para mantenerte limpia y fresca. Por eso debes ducharte para mantener tu cuerpo libre de impurezas, y estar fresca y activa en todo momento.
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