Un impactante video obtenido por PETA muestra pruebas psicológicas en curso en docenas de monos conducidas por la experimentadora Elisabeth Murray y sus colegas en los Institutos Nacionales de la Salud. Murray recibió decenas de millones de dinero de contribuyentes (más de $36 millones de dólares tan solo en los últimos 13 años) para infligir daño traumático y permanente en el cerebro de los monos. Coloca sus cabezas en un dispositivo estereotáxico, las abre y hace lugar en una sección del cráneo. Luego inyecta toxinas en los cerebros, y a veces succiona o quema partes de los mismos.
Tras ello, Murray aterroriza a los monos con arañas (algunas de las cuales incluso saltan) y serpientes realistas de goma o mecánicas. Ha estado realizando estos experimentos invasivos y finalmente mortales por más de 30 años, pero su laboratorio no ha podido producir un tratamiento para ayudar a humanos.
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