■ Juan 20, 11-18
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
— «Mujer, ¿por qué lloras?»
Ella les contesta:
— «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto»
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
— «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?»
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
— «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré»
Jesús le dice:
— «¡María!»
Ella se vuelve y le dice:
— «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!»
Jesús le dice:
— «No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”»
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
— «He visto al Señor y ha dicho esto»
■ Hebreos 9, 1-9
También la primera alianza tenía normas para el culto y un santuario terreno, pues se había construido un Tabernáculo, con una primera estancia llamada "El Santo", donde se encontraban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.
Detrás del segundo velo estaba la segunda estancia, llamada "El Santo de los Santos", que contenía el altar de oro para el incienso y el arca de la alianza totalmente recubierta de oro, en la cual estaban la urna de oro con el maná, la vara de Aarón que había retoñado y las tablas de la alianza; y encima del arca los Querubines de la gloria cubrían con su sombra el propiciatorio. Pero no hace falta hablar de todo esto con detalle.
Dispuestas las cosas de este modo, los sacerdotes que ofician el culto entran siempre en la primera estancia.
Pero en la segunda entra sólo el Sumo Sacerdote una vez al año, no sin antes derramar sangre, que ofrece por él mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo.
El Espíritu Santo manifestaba de ese modo que, mientras permanece el primer Tabernáculo, todavía no está abierto el camino hacia el Santuario. Todo ello es una alegoría del tiempo presente, según la cual se ofrecen sacrificios y víctimas que no pueden perfeccionar al oferente en su conciencia.
Adoración al Santísimo que tuvo lugar el jueves 21 de abril de 2022 en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes y San Justino, sita en la C/San Juan de Mata, 30 de Madrid, entre las estaciones de metro de Casa de Campo y Batán.
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