Hoy hablaremos de la tríada oscura en la personalidad. Es un perfil que está basado en la combinación de tres factores diferentes, que son los siguientes:
Psicopatía. Son personas que tienen conductas de crueldad, empatía muy limitada, que no tienen remordimientos y suelen ser cínicos y también muy insensibles. Tienen dificultades de relación y de ruptura, infidelidad, relaciones sexuales casuales, violencia doméstica y muchas veces con actos de agresión sexual.
Otra característica de esta tríada es el maquiavelismo. Son personas que tienen un encanto superficial, muy manipuladoras, tienen a mentir y se aprovechan de los demás si pueden, estafan, hacen trampas. Normalmente este perfil se asocia a la promiscuidad, a las actitudes y tácticas sexuales hostiles, egoístas, engañosas… como la manipulación y el chantaje, o también muchas veces fingir amor.
Finalmente, la tercera característica es el narcisismo. Son personas que tienen creencias de superioridad, grandiosidad, vanidad y una alta explosividad emocional. Son personas que quieren ser admiradas por los demás y que quieren que les presten mucha atención. En las relaciones, si no son tratados como ellos quieren, pueden reaccionar con agresividad. Cuando tenemos una relación de pareja con un perfil de este tipo, puede pasar que la pareja se sienta inferior y tenga que adorar y satisfacer a la otra persona, la narcisista, y normalmente la otra persona acaba reduciendo su autoestima y acaba saliendo perjudicado.
Este perfil de la tríada, narcisismo, maquiavelisto y psicoticismo, son personas que tienen un autocontrol muy limitado y suelen ser agresivos, muy poco responsables y no son honestos. Se suelen manifestar más en hombres que en mujeres. Acostumbran a ser personas consideradas como tóxicas, personas que son incapaces de mostrar un sentimiento de amor genuino y desinteresado.
Por otro lado tenemos que entender que estas relaciones se caracterizan por un círculo de poder, control y hostilidad que pueden incluir formas sutiles de humillación, represalias, amenazas y que a la vez alimentan la relación de sumisión-dominación. Por lo tanto, estamos en una relación de alto riesgo de que haya abuso y maltrato psicológico.
Es importante, para estar protegidos, hacer un trabajo de nuestra independencia emocional, tener claros los principios y los límites individuales y no dejar nunca que nadie nos sobrepase. De esta manera se pueden identificar más fácilmente estos “compañeros” posiblemente tóxicos y este tipo de relaciones enfermizas.
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