(05/09/2010) Primera parte
El 26 de abril de 1986, los habitantes de la ciudad de Chernobyl vivieron un auténtico infierno. La explosión producida en el interior de uno de los reactores de la central nuclear ucraniana provocó la liberación de una gran cantidad de material radiactivo equivalente a un tamaño 500 veces mayor al esparcido por la bomba atómica de Hiroshima.
Los altos niveles de contaminación hacen imposible la vida actualmente en muchas ciudades cercanas a Chernobyl. Nadie puede habitarlas. Y es que todavía son muy numerosos los lugares que permanecen ocultos en silencio dentro del área de exclusión.
Uno de estos ejemplos es la ciudad abandonada de Pripiat, un espacio en el que sus habitantes y animales desaparecieron tras el accidente. Veinticuatro años después, nuestros compañeros Santiago Camacho y Marcos Macarro han podido pasear por sus solitarias calles y edificios convirtiéndose en guías de excepción.
![](https://i.ytimg.com/vi/hGl7n03r5xY/mqdefault.jpg)