El acceso a Internet en Cuba y el aumento del uso de las redes sociales ha permitido a aquellos que manipulan los hilos detrás del telón la propagación propaganda antirrevolucionaria como parte de la guerra mediático-subversiva contra Cuba incitando al caos y la violencia.

Los supuestos defensores de lo que ellos denominan como “democracia· en Cuba no se conforman con subvertir desde el espacio digital, también financian sabotajes a la infraestructura cubana y se preparan militarmente pues sueñan con lograr aquello de lo que fueron incapaces de hacer los mercenarios derrotados en Girón.

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