Contra todo pronóstico, la izquierda agrupada en el Nuevo Frente Popular ha ganado las elecciones legislativas en Francia. Han conseguido 182 escaños, catorce más que la coalición centrista Juntos, de Emmanuel Macron. La ultraderechista Reagrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, ha quedado en tercera posición. Una participación histórica y el cordón sanitaria establecido por la izquierda y los macronistas para aislar a la extrema derecha han sido la clave para este vuelco electoral.
Jean Luc Mèlenchon, líder de Francia Insumisa, la izquierda radical francesa, ha pedido a Macron que nombre a un primer ministro de izquierdas
En la sede de Reagrupación Nacional la decepción fue palpable. Tanto Marine Le Pen como su candidato, Jordan Bardella, destacaron que la extrema derecha casi ha duplicado su presencia en la Asamblea legislativa. Además, Bardella acusó a Macron de entregar Francia a la extrema izquierda.
El primer ministro macronista, Gabriel Attal, anunció anoche que hoy presentará su dimisión, aunque permanecerá en funciones hasta que se forme el nuevo gobierno, una tarea que se prevé muy complicada. El Nuevo Frente Popular es una amalgama de partido de izquierda entre los que se encuentra el socialismo tradicional de François Hollande, además de los sin sumisos de Mèlenchon y lo mismo ocurre con la coalición liderada por Macron. Hay muchas sensibilidades distintas en ambos bloques y no será fácil llegar a un acuerdo de mínimos para arrancar la legislatura.
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