En situaciones complicadas, como la relación con los colaboradores, jefes o compañeros de trabajo, no siempre decimos lo que pensamos y sentimos. Incluso, muchas veces nos cuesta ser críticos o dar feedback negativo.
No lo decimos, ya sea por educación, por no quedar en evidencia, por miedo o vergüenza. No somos honestos diciendo lo que pensamos y sentimos y nos falta información para entender el comportamiento del otro. Tampoco tenemos la oportunidad de comprobar si lo que nos imaginamos del otro es cierto o no y, por ello se generan los conflictos.
La especialista recomienda darse cuenta y aceptar lo que sentimos y comprender por qué pensamos y sentimos de esa manera. Luego encontrar la mejor manera de decirlo sin herir a la otra persona. Asimismo, indagar, preguntar y tener la apertura para aceptar lo que ha sentido el otro. ► [ Ссылка ]
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