Videoconsejo sanitario sobre qué factores ambientales afectan al envejecimiento de la piel. Videoconsejo impartido por el farmacéutico Tomás Muret experto en Dermofarmacia.
Vídeo elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, producido por Medicina TV y con la colaboración de Cantabria Labs.
Se suele decir que la cara es el espejo del alma. Y si nos lo llevamos al ámbito de la dermofarmacia, solemos decir que la piel es el espejo de nuestra vida y el reflejo de nuestros hábitos de vida.
En un videoconsejo anterior vimos la importancia del concepto de exposoma y su implicación en el cuidado y la salud de la piel.
Hablamos del exposoma de la piel e identificamos hasta siete factores externos que presentan una relación directa con el envejecimiento de nuestra piel y en los que vamos a profundizar. Veamos cada uno de ellos
El primer factor externo que afecta al envejecimiento de la piel son las radiaciones solares: los rayos ultravioleta, los infrarrojos A y la luz visible. Protegerse de manera adecuada y de forma integral es fundamental para alargar la vida saludable de nuestra piel. Para lo cual es recomendable utilizar una fotoprotección avanzada tópica y oral que proteja y repare el daño de estas radiaciones en nuestra piel.
El tabaco es otro de los factores externos que podemos modificar. Las partículas tóxicas del humo del tabaco hacen que nuestra piel pierda luminosidad, adquiera un tono irregular y deteriore la formación de los fibroblastos, que son aquellas células encargadas de producir el colágeno y la elastina en nuestra piel.
En tercer lugar, la contaminación. Los efectos de la polución y los contaminantes del aire son bien conocidos en nuestra salud. Una mayor exposición de nuestra piel a mayores niveles de ozono y de dióxido de nitrógeno (NO2) envejece nuestra piel. Una recomendación aquí sería utilizar cosméticos que contengan activos antioxidantes y antipolución que ayuden a neutralizar los radicales libres y mantener una piel luminosa y uniforme.
La temperatura, y los extremos de calor y frío, tienen también impacto sobre el envejecimiento de nuestra piel. Las altas temperaturas pueden favorecer la inflamación y la formación pequeñas varices o arañas vasculares en nuestra piel.
La nutrición es otro de los factores a tener en cuenta. Algunos estudios apuntan a que el abuso de alcohol, de alimentos grasos como la mantequilla o del azúcar pueden estar detrás de la formación de un 30% de las arrugas en nuestra piel. Es recomendable seguir una dieta variada y rica en antioxidantes.
Y por último, tanto el estrés como la falta de sueño impactan negativamente sobre nuestra piel. Situaciones que hacen que disminuya nuestro sistema inmunitario y deterioren la función protectora de nuestra piel.
Mantener y seguir hábitos de vida saludable es fundamental para minimizar los efectos de los contaminantes ambientales en nuestra piel.
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