El pasado mes de junio Pharrell Williams presentaba sobre el Sena su colección de debut en Louis Vuitton. Se trataba de uno de los acontecimientos más esperados de la historia reciente de la moda —posiblemente de toda la historia de la moda—, y, como era de esperar, la superestrella de la música deleitó con un espectáculo con mucho músculo y mucha alegría. Cerró el Pont Neuf, lo cubrió con una moqueta dorada, montó una pasarela de punta a punta y sobre ella desplegó un espectáculo de moda que dejó claro al instante que Pharrell ha vuelto para sorprendernos, ahora con el poder y los recursos de LVMH —la empresa más valiosa de Europa— a su disposición. No se trataba simplemente de un desfile repleto de estrellas. Pharrell no sólo elevó las apuestas, sino que lanzó el concepto de desfile mismo a la estratosfera. Tras su nombramiento como director creativo el pasado febrero, llega un cambio de paradigma que sitúa la moda en el universo del arte y del entretenimiento.

Dos meses después, el artista analiza en exclusiva para GQ sus diez piezas favoritas de la colección: desde las gafas con montura de perla que han revolucionado internet) a la chaqueta de camuflaje geométrico que va a ser imitada por absolutamente todos o la nueva versión del bolso Speedy.

Traducción: Teresa Navarro.

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