Desde sectores económicos representados por fuerzas políticas neoliberales se ha planteado la creación de la familia como un derecho que algunas personas no pueden poner en práctica, y se presenta la gestación subrogada como una solución. Pero detrás de "los vientres de alquiler" se esconde la explotación de las mujeres que, lejos del altruismo que venden los defensores de la gestación subrogada, tienen necesidades económicas.
