Anna María Agustí Flores. Ese es el nombre de Nina, la cantante que conocimos como azafata del Un, dos, tres, que nos representó en el año 1989 en Eurovisión con la canción Nacida para amar y que entró en las televisiones de media España como directora de Operación Triunfo: "Tuve la sensación de resucitar sin necesidad de morirme. Después de Eurovisión estuve trabajando en Cataluña cuando entré en la Academia, como todavía no había redes sociales, recibía cientos y cientos de cartas. Fue muy emocionante". Y no es para menos, la primera edición tuvo casi 7 millones de espectadores.

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