Cuenta una leyenda ecuatoriana que los volcanes Chimborazo y Cotopaxi se enfrentaron en una gran batalla que duró varios siglos para ganar el amor de la dama más hermosa de los Andes. Ella era, el volcán Tungurahua. ♥
El Chimborazo, al ser tan imponente y fuerte, venció al Cotopaxi y logró conseguir casarse con la hermosa doncella. Pero la historia de amor no duró mucho tiempo, puesto que Tungurahua se enamoró de El Altar, que en ese entonces era el volcán más alto del mundo, y con la ayuda del volcán Carihuairazo, los amantes lograban verse a espaldas del gran Chimborazo.
Todo iba bien hasta que un día el Chimborazo se dio cuenta del engaño de su amada… Herido y humillado, perdió la cabeza y se enfrentó con El Altar. La pelea entre volcanes duró varios años, hasta que en 1490 una gran erupción del Chimborazo derrotó a su oponente dejándolo reducido en tamaño, convirtiéndose el Chimborazo en el volcán más alto del Ecuador.
Pero el engañado volcán no quedó conforme con derrotar al amante de la mama Tungurahua sino que también decidió vengarse de ella: Chimborazo y Tungurahua tenían un hijo, el guagua Pichincha.
El padre, cegado por el dolor del engaño, prefirió la soledad y la venganza antes que reconciliarse con su esposa, así que decidió enviar a su hijo lejos para separarlo de ella. Fue así como el guagua Pichincha se fue a Quito, rompiendo el corazón de la mama Tungurahua.
Dicen los ecuatorianos que cuando llora el guagua Pichincha, la mama le contesta desde la lejanía. Es por ello que en varias ocasiones ambos volcanes erupcionan juntos, llorando por la distancia que los separa.
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