Cuando visitamos un camposanto, debemos respetar lo ajeno, si nos apropiamos de lo que no es nuestro, el difunto se sentirá triste, pues lo estamos despojando del amor que le tienen sus parientes y amigos que lo visitan para demostrarle su cariño y gratitud. Si ejecutas una acción de esta clase, tu subconsciente toma nota y después te pasa factura.
Las vibraciones negativas de la muerte, se transforman en larvas astrales que invaden nuestro hogar y podemos sufrir de dolores de cabeza, decaimiento, malestar general, como si cargaras un peso en la espalda, es el peso del remordimiento de la mala acción que has hecho.

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