Madrid, 04 nov (efesalud.com). La doctora Isabel Guillén Vicente, especialista en pies y tobillos de la Clínica CEMTRO de Madrid, interviene en el videoblog de Traumatología para explicar el origen de la fascitis plantar, un dolor intenso localizado en la fascia, estructura fibrosa, tirante y muy resistente, que soporta el arco plantar, a modo de cables deteriorados que mantienen inestable un puente colgante sobre un barranco.

Si te miras el pie y observas su planta, con un semiarco más cavo o más plano por su cara interna, y pasas tus dedos de la mano desde la zona distal metatarsiana -antes de las falanges- hasta el hueso calcáneo situado en el talón, sientes que debajo de la piel hay una membrana que recubre los músculos.

Es un tejido conectivo que sirve de soporte y protección, y da forma a esa parte extrema del cuerpo humano. Su inflamación, o un daño indeterminado, es lo que conocemos como fascitis plantar.

"Cuando tenemos un dolor en esta zona del pie, sobre todo en la más próxima al hueso calcáneo, solemos infravalorarlo, ya que, al notar los primeros síntomas, resolvemos equivocadamente que es mejor dejar pasar el tiempo con el fin de que la dolencia se cure por sí sola", señala la traumatóloga.

Aunque el origen de la fascitis plantar es impreciso y confuso, sin causa aparente, "cuando la aflicción se encuentra en la zona calcánea se hace necesaria una analítica, ya que suelen ser pacientes reumáticos y la fascitis suele afectar a ambos pies del paciente", apunta.

Suelen ser talalgias de origen reumático, pero también pueden obedecer a la artritis, a una espondilitis, a una artritis psoriásica e incluso a las consecuencias de la diabetes.

El calzado inadecuado o un gran esfuerzo, tanto en la práctica deportiva como en las ocupaciones laborales o en el lucimiento social, pueden iniciar, mantener o agravar la firmeza de un dolor plantar.

"La fascia del pie, fibras muy tirantes, puede verse seriamente afectada por una sobrecarga al calzar un zapato inapropiado, por usar zapatillas o botas de otra persona o, por ejemplo, después una maratón o una gran marcha a pie como el Camino de Santiago -peregrinaje católico que finaliza en la Catedral de Santiago de Compostela, en Galicia-", dice.

Es una patología refractaria a casi todo lo que hacen los diferentes especialistas. Los pacientes llegan a las consultas traumatológicas tras un ir y venir a los médicos de Reumatología, a Fisiterapia, por la infiltración de fármacos corticoides e incluso tras haber pasado por las manos de quiroprácticos.

"Los traumatólogos podemos hacer poca cosa y casi siempre de corte conservador, a base de estiramientos de la fascia plantar del paciente, ya sea apoyando el talón en un escalón y moviendo la planta del pie hacia arriba y hacia abajo, o trasladando con la plata del pie hacia adelante y hacia atrás una botella de material plástico congelada", advierte.

La cirugía está recomendada en muy pocos casos. "Por ejemplo, pacientes que tienen cortos sus músculos de la pantorrilla, los gemelos; o pacientes a los que hay que cortar ligeramente su fascia plantar para liberar cierta tensión", anota la doctora Isabel Guillén.

En cualquier caso, lo importante es evitar la aparición de la fascitis plantar, "una lesión muy difícil de recuperar", resalta.

Algunos estudios indican que alrededor de un 10% de la población podrá sufrir esta patología en algún momento de su vida, sobre todo a partir de los 45 años de edad; más en mujeres que en hombres.

"Es mejor prevenir que curar -subraya la especialista-, por lo que es importantísimo utilizar un calzado adecuado para cada actividad y para cada esfuerzo".

El deporte se debe iniciar con estiramientos antes y después de los entrenamientos o partidos.

"Tenemos que alejarnos de esa mala costumbre de ponernos a correr o jugar inmediatamente después de vestirnos la camiseta, los pantalones y las zapatillas", concluye.

A las personas mayores que realizan ejercicio físico diario, como pasear a buen ritmo durante más de media hora para prevenir el sobrepeso, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, les recomienda un calzado de tipo deportivo, cómodo y bien adaptado a sus pies.

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