El Astillero, también conocido como Astillero, se encuentra emplazado al sur de la bahía de Santander entre la Ría de Solía, la de Boo y la de Astillero; al pie de Peña Cabarga. La confluencia de las rías y la costa de la bahía ha creado grandes humedales, las Marismas Blancas y Negras, donde anidan diversas aves migratorias.
Actualmente se consolida como núcleo residencial de Santander por sus equipamientos urbanos, calidad ambiental y estratégica posición.
La construcción naval está ligada a su historia desde los tiempos de Felipe II, cuando en 1581 encargó una serie de nueve galeones para la defensa de Indias. Sus grandes bosques permitieron la instalación de estos primeros astilleros de la Corona Española.
El Real Astillero de Guarnizo fue fundado por el general Francisco Díaz Pimienta, teniendo gran actividad durante el siglo XVIII, y que hoy se refleja en los Astilleros de Santander con el movimiento de barcos para ser reparados. Durante dos siglos se botaron más de 100 grandes buques para la armada y otros también para particulares. La actividad constructora de El Astillero finalizó en 1871 con la botadura de la fragata Don Juan.
Dos buques botados en los astilleros, pasaron a la historia por participar en batallas navales. El San Juan Nepomuceno de 1766, en el combate de Trafalgar, y el Real Felipe de 1731, el mayor del mundo en su momento y primer navío español de tres puentes con 114 cañones, que participó en la batalla de Tolón.
Cerca de Guarnizo, en Villaescusa, hay cuevas e importantes yacimientos prehistóricos como el del hombre de Morín con casi 30.000 años de antigüedad. Los celtas, y los romanos más tarde, explotaron el mineral de hierro de Peña Cabarga. Esta posición estratégica durante su historia, le ha dotado de gran desarrollo industrial y minero en la zona.
El Antiguo cargadero para mineral de hierro de Orconera o “Puente de los Ingleses”, se construyó a finales del siglo XIX y está declarado Bien de Interés Local. Su estructura de hierro acababa en un sistema de carga y descarga del hierro de las minas de Obregón tras ser lavado en la ría de Solía. También hay ejemplos de arqueología industrial en torno al antiguo ferrocarril minero.
Sus numerosas industrias dotadas de infraestructuras de servicios uno de los municipios industriales más importantes de Cantabria, especialmente en la zona de Guarnizo.
El “Monumento al Pescador” preside la primera dársena de orconera, protegida por un malecón con dos pantalanes flotantes con cerca de 60 embarcaciones pequeñas. Y tras el cargadero y hasta el puente de Pontejos, hay otra segunda dársena con un pantalán paralelo a la ribera del que parten cinco ramales para 180 embarcaciones.
La vocación marinera ha hecho que surja una gran afición a los deportes náuticos, sobre todo al remo, con destacadas regatas de traineras.
Las Escuelas Municipales de Vela y Piragüismo de Astillero programan cursos para jóvenes mayores de 8 años. Disponen de piraguas y embarcaciones de vela de diferentes tipos, así como de lanchas de salvamento. Desde el año 2000 se lleva enseñando vela y piragüismo en la ría de Astillero a los más jóvenes, fomentando el deporte base en torno al paseo marítimo.
El Club de remo de Pontejos “San Pantaleón”, en Marina de Cudeyo, al otro lado de la ría, se creó en 1995. Está centrado en el remo tradicional y remo olímpico, con alevines, infantiles, cadetes y juveniles, forjando excelentes deportistas de ambos sexos y cultivando la disciplina, el compañerismo y el esfuerzo para afrontar la vida.
Sobre una pequeña colina junto al Parque de la Planchada está la Iglesia de San José, de inspiración románica, que fue construida a mediados del siglo XX. Su origen está en la pequeña capilla de San José, destinada a los trabajadores de los astilleros. Su techo es de estilo mudéjar y tiene una torre de doble campanario. En su interior tiene un retablo, de estilo churrigueresco, del siglo XVIII. Sus fiestas son San José, el 19 de marzo, y Nuestra Señora el 15 de agosto.
La casa consistorial es de 1881 y posee arquitectura de inspiración francesa. En su frente y sobre los arcos de entrada, se añadieron relieves representando el pasado del municipio, como la industria minera y a la construcción naval. El Astillero se convirtió en ayuntamiento en 1793.
Cerca de las Letras de Astillero está La Fondona, la actual Casa de Cultura, que en el siglo XIX fue una fonda para los que venían a tomar los baños de mar y también las aguas de “La Fuentuca”, que está frente al edificio.
Astillero es un lugar para disfrutar de sus áreas verdes y su patrimonio, recordando su gran historia naval.

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