Aioros bien podría haber pulverizado a Shura, pero Shura era su amigo más cercano, de hecho, le pide que lo escuche antes de perseguirlo por que sí, apelando a la amistad que compartían y a su propia conducta hasta entonces que había sido sobresaliente e intachable. Es decir, Aioros nunca atacaría a otro Santo de Oro, eso está prohibido y sería gravísima traición pero a la vez, su expectativa era recibir lo mismo; pero Shura deshonra la amistad aún cuando Aioros tenía a un bebé en brazos, amparándose en el hecho de que cumplía una orden (que tampoco cumple porque ni se asegura de haber matado a Aioros, ni da muerte a la beba queriendo quedar libre de cargo de consciencia, un absoluto cobarde y falluto).
En fin, de haber querido Aioros liquidaba de inmediato a Shura pero Capricornio uso a la pequeña Athena de escudo humano, en una movida despreciable e indigna de un Santo; y así Aioros es alcanzado por Excalibur, técnica que ya había esquivado en varias oportunidades, revelando que era más rápido e incluso, habiendo recibido de lleno el impacto, logró mantener a resguardo a Saori hasta depositarla en brazos de Kiddo. ¿Por qué? Por su conducta y honestidad, incluso frente a la muerte.
Shura prefirió el camino deshonesto y vivió en la infamia, deshonrando a la Orden, puso su “ego” (cargo de consciencia, no sentirse mal de matar a un bebe) por encima de la Orden; en cambio, Aioros, dio todo por la Orden, es decir, su vida, que es lo único que realmente posee, demostrando que colocaba su “ego” por debajo de la Orden.

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