Por un lado, el tomador del seguro es aquella persona o agencia titular que contrata una determinada póliza de seguros y, por tanto, quien se encarga de pagar las cuotas pertinentes a la empresa aseguradora. En segundo lugar, el asegurado es aquella persona que se encuentra cubierta por el seguro. Estas dos figuras pueden además ser la misma persona. Tomemos como ejemplo un viaje por cuenta propia en el que una persona contrata un seguro para estar cubierto ante ciertos imprevistos o situaciones. Esta persona es la tomadora y la asegurada, además de ser la beneficiaria puesto que disfrutará de la cobertura del seguro contratado. Aunque pueda parecer que el asegurado y el beneficiario son lo mismo, estas dos figuras no coinciden si nos encontramos ante un seguro de vida, ya que los beneficiarios serán los familiares o personas designadas como tal por el asegurado en caso de fallecimiento. Para finalizar, veamos las tres figuras separadas volviendo a un seguro de viaje: una agencia de viajes o turoperador es el tomador de un grupo de turistas, quienes se encuentran asegurados. En caso de fallecer durante su viaje, se verán beneficiados, si así lo incluye la póliza, los familiares de dichos viajeros.
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Créditos: www.flaticon.com
