El primer paso siempre es realizar una ecografía mama y así poder localizarlo, drenarlo y analizar una muestra para determinar qué clase de seroma es.
Como os contábamos, en el caso de Teresa, era un seroma que había sufrido una contaminación bacteriana.
Es un escenario muy complicado y no hay otra solución que la retirada del implante afectado y pautar antibiótico específico.
Afortunadamente, el seroma sólo se encontraba en uno de los implantes, así que Teresa accedió a que sólo retiráramos el afectado.
Ante esta situación, nuestra paciente tuvo que estar casi 3 meses sin uno de sus implantes antes de volver a pasar por una cirugía rápida, ambulante y sin complicaciones para reimplantar una nueva prótesis con la consiguiente carga psicológica y emocional.
En su cabeza aparecían preguntas como “¿quedará igual de bien?, ¿me pasará en la otra mama?, ¿volveré a tener un seroma?”
Teresa fue muy colaboradora en todo momento y estamos muy agradecidos de lo fácil que nos puso el trabajo. A pesar de la situación, podéis ver cómo el resultado final es espectacular, sin cicatrices y natural.
¡Muchas gracias por confiar en nosotros en todo momento y dejarnos guiarte durante todo el proceso!
Aunque estas circunstancias son excepcionales, debes saber que cuentas con nosotros para lo que necesites, tanto si las cosas van como deberían, como si no. Todo el equipo te acompañará y dará lo máximo para alcanzar tu resultado soñado.
Contáctanos por WhatsApp en el 📞686 522 167 y estaremos encantados de asesorarte.
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