Presentado por Brother Hector Lee de Tertulias Masónicas con Brother Jack, un podcast de Mason.Today:

El compás es uno de los instrumentos más importantes y simbólicos en la Masonería. Representa la capacidad de trazar círculos perfectos y la búsqueda constante de la perfección moral y espiritual. En la Masonería, el compás se utiliza como una herramienta para medir y trazar límites, tanto físicos como metafóricos. Además, simboliza la restricción de los deseos y pasiones, y la necesidad de mantenerse dentro de límites éticos y morales.

En el contexto cotidiano, el compás masónico puede servir como recordatorio de la importancia de mantener un equilibrio en nuestras vidas, trazando límites claros entre lo correcto y lo incorrecto, lo ético y lo inmoral. También puede representar la importancia de mantenernos centrados en nuestros objetivos y valores, trazando nuestro propio camino hacia la excelencia y la virtud.

Al igual que la acacia, que simboliza la inmortalidad del alma y la resurrección, el compás nos recuerda que, a través de la búsqueda constante de la verdad y la sabiduría, podemos alcanzar un estado de perfección espiritual y moral que trasciende los límites de lo terrenal.

El dominio de las pasiones es un concepto fundamental en la Masonería, y el compás juega un papel crucial en su simbolismo. En la filosofía masónica, se enfatiza la importancia de controlar las emociones y deseos humanos para alcanzar la verdadera libertad y sabiduría. El compás representa esta idea al trazar círculos perfectos, mostrando la necesidad de mantenerse firmes y disciplinados frente a las tentaciones y los impulsos irracionales.

Para el masón, dominar las pasiones significa cultivar la virtud y la rectitud en todas las acciones y decisiones. Significa no dejarse llevar por emociones destructivas como la ira, la envidia o el egoísmo, y en su lugar, buscar la armonía y el equilibrio en todas las cosas. El compás nos recuerda que el verdadero poder radica en la capacidad de controlar nuestras propias acciones y reacciones, en lugar de ser dominados por fuerzas externas o internas.

En el contexto cotidiano, el dominio de las pasiones implica vivir una vida de integridad y autocontrol, buscando siempre la virtud y la excelencia en todo lo que hacemos. Nos insta a ser conscientes de nuestras motivaciones y a actuar con sabiduría y compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. En última instancia, el dominio de las pasiones nos lleva hacia una mayor realización personal y espiritual, permitiéndonos alcanzar nuestro potencial más elevado como seres humanos.

Hector Lee

@MasonToday-qx9ii

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