Invoca al Arcángel Gabriel con fe y tranquilidad, respirando profundo y en paz. Pídele que te bañe con la luz y energía divina de su potente Rayo Blanco Purificador y pídele lo que necesitas. Limpia y despeja de tu cuerpo físico las impurezas o cualquier otro elemento que afecte de forma negativa el bienestar en tu vida. Por otro lado, purifica tu espíritu, sana y renueva tu ser interior a través de oraciones, decretos, afirmaciones positivas y la meditación profunda.

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