Ocho millones de personas mueren cada año por consumo de tabaco. La Organización Mundial de la Salud, OMS, la califica como una epidemia con efectos letales, que derivó en la instauración del Día Mundial Sin Fumar, cada 1 de junio desde 1987.
En el Guillermo Grant Benavente existe un equipo multidisciplinario que trata a pacientes que sufren los efectos de esta nociva adicción. La dra. Fabiola Salazar, broncopulmonar lo integra y sostiene que el tabaquismo es un problema que se debe prevenir desde la infancia temprana. “En la medida que, socialmente, comprendamos que el hábito de fumar ya no es un hábito bienvenido y los jóvenes y los niños vean cada vez menos gente fumando, probablemente vamos a conseguir reducir las preocupantes tasas de tabaquismo que tenemos”, reflexiona la especialista.
La doctora recordó que este año la OMS dio un énfasis especial al Día Sin Fumar. “Es muy importante destacar que la producción de tabaco causa grave daño al medioambiente, tanto por la tala de árboles, como por la contaminación que produce la propia industria que procesa el tabaco, además, del humo que generan las personas al fumarlo y las millones de colillas de los cigarrillos como desechos”, concluye.
