Durante la Edad Moderna en Francia, la gastronomía experimentó importantes cambios y evoluciones. La cocina refinada y asociada con la aristocracia y la realeza se destacaron, con chefs destacados como La Varenne, Carême y Escoffier. Se enfatizó el uso de ingredientes frescos y de alta calidad, así como técnicas culinarias destacadas y una presentación visual elaborada. Surgieron platos emblemáticos como el pot-au-feu, coq au vin y quiche Lorraine, así como la pastelería exquisita y los quesos distintivos. Se encontrarán las bases de la cocina profesional con la aparición de restaurantes y la profesionalización de los chefs. Además, la influencia de la expansión colonial enriqueció la gastronomía con nuevos ingredientes y especias.
