El parque de José Antonio Labordeta es uno de los grandes pulmones de Zaragoza. Tras atravesar el puente de los cantautores, llegamos a l Paseo de San Sebastián, bordeado por cipreses amazónicos de gran envergadura y decorado con preciosas fuentes cibernéticas y hermosos jardines de inspiración versallesca que regalan al paseante el aroma y el color de las rosas que florecen esplendorosas al llegar la primavera. Concluye la avenida a los pies del Cabezo de Buenavista, donde una impresionante cascada de agua se precipita por la ladera. En la cima, la imponente escultura de Alfonso I el Batallador -obra del escultor José Bueno Gimeno- que liberó la ciudad del dominio musulmán en el año 1118.
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