En este informe de Deco, te traemos cómo decorar la habitación de los niños con el metodo Montessori.
Cuando preparamos el cuarto de nuestros hijos, muchas veces lo llenamos de muebles, colores y juguetes, transformándolo en un lugar demasiado estridente y cargado, creyendo que por tener más, el niño se desarrollará mejor. Sin embargo, hay otra forma de pensar las habitaciones de los niños, que tiene más en cuenta sus necesidades, y que justamente plantea la idea de reducir mobiliario y accesorios. Esta manera de decorar las habitaciones sigue algunos lineamientos que tienen que ver con el método creado por María Montessori. Ella fue una médica, psicóloga y educadora italiana, que creó el método de pedagogía científica, donde plantea que los principales puntos para que el niño se desarrolle en toda su potencialidad, son el amor, y la relación entre el infante y el medio que lo rodea. La idea principal de su método establece que el niño se podrá desenvolver mejor en un ambiente donde puede interactuar con autonomía, y crecer de forma libre.
Algunos puntos generales que deberíamos tener en cuenta son el orden y la simpleza, buscar cierta estética que transmita armonía y pensar cada elemento a incorporar desde el punto de vista del niño, su tamaño y necesidades.

Un buen punto de partida, puede ser delimitar algunas áreas según las tareas que el niño realizará en ellas: Una zona de lectura, con libros para su edad, visibles y accesibles al niño para que pueda agarrarlos por sí mismo.


Una zona de juego, con pocos juguetes pero ordenados.
Un espacio de descanso, donde el niño pueda dormir, subir y bajar de la cama solo.
Una zona para vestirse, con su ropa al alcance y un rincón creativo, con alguna mesita y materiales que el niño pueda utilizar para desplegar su creatividad.

En cuanto a los muebles, la idea es que cada elemento sea de tamaño acorde a los del niño, para que este se pueda mover libremente por la habitación, y pueda ver y agarrar objetos de forma espontánea, sin ayuda. Deberíamos olvidarnos de los muebles de tamaño de adultos, así como de las cunas con barrotes. Podremos incorporar camas bajas o a la altura del piso; mesitas y sillas pequeñas, y hasta bibliotecas y armarios bajos, para que el niño pueda tomar su propia ropa sin tener que trepar o pedir ayuda. En esta área también podremos colocar alguna sillita o puff donde el niño pueda sentarse para ponerse sus zapatos cómodamente.

En cuanto a colores, para fomentar un ambiente cálido y calmo, se suelen elegir tonos neutros y naturales, tanto en piso como en paredes. Esto favorecerá a un ambiente armónico y tranquilo. También con esta idea, se propone no abarrotar el lugar de juguetes, y que los que incorporemos puedan estar a la vista y alcance. Cuidado con tener muchos cajones o baules con juguetes dentro… si el niño no los ve, no servirán para que pueda jugar y experimentar con ellos.
Colocar una alfombra no sólo hará el lugar más cálido, permitiendo que el niño pueda andar descalzo, sino que cuando esté en etapa de aprender a caminar, la alfombra amortiguará cualquier caída.
En las paredes, agregar un espejo a baja altura, de forma segura, será fundamental para ciertas etapas de aprendizaje. Cuando los niños son muy pequeños, tener un espejo que les permita observarse, los ayudará a reconocerse y tomar conciencia de su individualidad. Colocar algunas láminas ilustrativas, también a la altura de su visión, desarrollará su capacidad de observación. Otra buena idea, será colocar una pizarra o pintar un sector con pintura de pizarrón, para que el chico pueda pintar y desplegar su imaginación.
Respecto de los juguetes, la clave es optar por juguetes naturales y didácticos: juegos de memoria y que estimulen su creatividad, así como aquellos que le permitan explorar, serán los más adecuados. Otro punto muy importante es tratar de que ingrese mucha luz natural y que haya buena iluminación. En general se busca que la habitación esté despejada, para que el niño pueda moverse en ella libremente. Mantener el orden también propiciará a que el niño se ubique mejor, y pueda encontrar lo que necesite en cada momento. Si tenés demasiados juguetes o muebles, lo ideal sería trasladarlos hacia otros lugares de la casa, para liberar la habitación del niño.
Por último, y lo más importante, no olvides que, en la niñez, los hijos necesitan del amor de sus padres. Compartir momentos en este espacio para poder jugar con ellos, será fundamental para su desarrollo.
Esperamos que te gusten estas ideas que recopilamos para vos. Siguiendo este estilo de decoración no sólo crearás un ambiente estético, sino que favorecerás un espacio apropiado, para que tu hijo pueda desarrollarse de forma más libre, adquiriendo autonomía y seguridad en sí mismo.

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Arquitectura PG 163 Bloque 2

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