El Dr. Sergio Bonafonte nos explica en este vídeo las Partículas de Flügge, núcleos de Wells y coronavirus. Cuando en el verano entra un rayo de sol en una habitación vemos múltiples partículas flotando en el ambiente que siempre están pero que normalmente no las vemos. Cuando hablamos y mucho más cuando soplamos, tosemos o estornudamos, sacamos una gran cantidad de partículas que si estamos infectados contienen muchísimos microbios que pueden contagiar a los demás.
Esta imagen tomada de Wikipedia es real. No es una simulación. Es una foto tomada en 2009 por James Gathany con tecnología láser moderna. Muestra un penacho de gotitas de saliva en forma cónica, que salen por la boca de un hombre que estornuda.
No es necesario explicar nada para comprender lo importante que es cubrir la boca al toser o estornudar si se está contagiado por bacterias o virus para proteger a los demás. Lo que sale de la boca y de la nariz son las microgotitas de Flügge que pueden trasmitir muchas enfermedades infecciosas cosa conocida desde hace muchos años.
En 1890 un bacteriólogo alemán Karl Flügge demostró que al hablar y más al toser se expulsan pequeñas gotitas de saliva y moco que pueden trasportar agentes patógenos incluídas las bacterias y los virus.
Las partículas de Flügge son mayores de 100 micras. Una sóla gota puede tener muchos patógenos y trasmitir enfermedades como la tuberculosis o el COVID-19.
Al secarse las partículas de Flügge se forman los núcleos de Wells. Son gotitas más pequeñas de aerosol de 2 a 5 micras de diámetro que también pueden contener agentes infecciosos tales como el bacilo tuberculoso o el coronavirus.
Los núcleos de Wells son más peligrosos que las partículas de Flügge porque al ser más pequeños permanecen en el aire horas e incluso días. Se adhieren a partículas de polvo y pueden ser inspiradas con facilidad, llegar a los alvéolos y provocar infecciones pulmonares.
Las partículas de Flügge también provocan enfermedades pero al ser más grandes llegan hasta los bronquios pero son expulsados más fácilmente por la espiración.
Las partículas cuyo tamaño está entre 10-2 (100 veces menor de una micra) y 10 micras pesan muy poco y pueden permanecen en el aire. Las gotitas mayores caen al suelo por gravedad (1m/4s)
La cosa no acaba ahí las gotitas que se caen van a las manos, a la ropa, a un pomo de la puerta o al suelo. Se evaporan y al hacerse más pequeñas pueden volver al aire favorecidas por pequeñas corrientes que a veces se hacen incluso al caminar una persona.
Centro de Oftalmología Bonafonte
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