La narrativa bíblica de la maldición de Canaán ha suscitado interpretaciones polémicas a lo largo del tiempo. Enfocada en la repercusión del pecado individual, esta historia ha sido malinterpretada para respaldar prejuicios raciales y justificar prácticas injustas, como la esclavitud. Aunque resalta las consecuencias de las acciones individuales, la Biblia no avala maldiciones hereditarias basadas en la raza o la descendencia. Explorar esta narrativa revela más sobre las repercusiones del pecado que sobre una maldición universal

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