Heces con muy mal olor: ¿a qué se debe?
Aunque es normal que las cacas o heces huelan mal, cuando ese olor es anormal o fétido es común que nos preocupe en exceso. ¿Cuáles son sus causas y qué hacer?.
¿Sabías que las heces nos ayudan a descubrir cómo está nuestra salud? De hecho, se convierten en una fuente de información realmente valiosa sobre distintos aspectos de nuestro organismo, siendo útiles por ejemplo como señal de advertencia, síntoma, signo o señal si existe algún tipo de afección o patología que provoca un cambio en las mismas.
Así, las heces normales son aquellas que poseen una tonalidad marrón media, lo que se traduce en que el color de las heces no es ni muy oscuro ni muy claro (un término medio, a fin de cuentas). De forma que cualquier cambio en su tonalidad, especialmente cuando este cambio se tiende a mantener en el tiempo, sí puede convertirse en una señal y por tanto en un motivo de preocupación.
Así, por ejemplo, las heces se tornan amarillas o de color arcilla cuando existe una infección o inflamación de los intestinos (gastroenteritis), además de cuando existe una obstrucción hepatobiliar o una inflamación digestiva (gastritis). La presencia de heces negras pueden ser un indicativo de hemorragias en el estómago o intestino delgado, mientras que la existencia de heces rojas indican la presencia de hemorragias situadas en el aparato gastrointestinal bajo.
¿Cómo es el olor normal de las heces?
Por otro lado, el olor que tengan las heces también nos informan mucho acerca de nuestra salud digestiva. Por ejemplo, unas heces saludables no poseen mal olor; es común que de hecho sean prácticamente inodoras, aunque es cierto que en función de lo que hayamos comido o bebido es normal que siempre exista cierto olor.
¿Qué ocurre cuando las heces huelen muy mal?
Sin embargo, cuando encontramos un olor fétido en las heces pueden ser un indicativo de algún problema de salud. Es decir, siempre que se presente un olor desagradable, fétido o pestilente puede ser una señal de alguna afección de salud.
Cuando este mal olor aparece de forma puntual, y no se mantiene en el tiempo, debemos estar tranquilos, dado que significa que las heces están pasando demasiado tiempo en el interior de los intestinos antes de producirse su evacuación, de forma que causa la aparición de determinadas bacterias que producen gases, los cuales a su vez son los causantes del mal olor.
Esto puede ser un indicador claro de que la flora bacteriana no está funcionando de forma correcta, o que incluso su cantidad sea insuficiente.
Por otro lado, cuando introducimos algún cambio en nuestra alimentación también es común que el estado de nuestras heces cambie, no solo su color y textura, sino también su olor. Pero cuando ese mal olor se convierte en algo desagradable, poco normal, y que además se mantiene en el tiempo, sí debemos alarmarnos.
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