"Noé fue un hombre justo y piadoso que vivió en una época marcada por la corrupción y la maldad. Dios, disgustado por la maldad de la humanidad, decidió destruir a toda la vida sobre la Tierra con un diluvio. Sin embargo, Dios le habló a Noé y le encomendó la construcción de un arca para salvar a su familia y a una pareja de cada especie animal. Noé obedeció, construyendo el arca según las indicaciones divinas. Cuando el diluvio llegó, Noé y su familia, junto con los animales, entraron en el arca, que flotó sobre las aguas durante cuarenta días y cuarenta noches. Después de que las aguas retrocedieran, Noé envió un cuervo y una paloma para encontrar tierra seca. Finalmente, el arca descansó en el monte Ararat, y Noé y su familia salieron, recibiendo la promesa de Dios de no destruir la Tierra nuevamente con un diluvio."

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